En filosofía se refiere al proceso permite pensar
detenidamente en algo con la finalidad de sacar conclusiones.
Existen varios tipos de reflexión, mi favorita la llamada
jornada/s de reflexión.
¿Saben?, titalmente es algo muy común el reflexionar, sobre
todo si es con una copa en la mano, en buena compañía y rodeado de un ambiente idóneo,
pero me pregunto qué es lo que acontece cuando uno ha de reflexionar sobre sí
mismo, no sobre temas que le rozan pero no le pegan directamente en la cabeza o
el pecho.
Pues os diré algo, cuando uno tiene que reflexionar sobre un
asunto en silencio, con uno mismo, dándose uno o varios días que pensar, es que
lo tiene todo decidido.
Eso pienso yo, mis jornadas de reflexión política, por poner un ejemplo, solo son un mero trámite hacia la espera a depositar un voto en una urna; mis reflexiones futbolísticas, solo se basan en porque lo doy todo por un juego; quiero decir, no cambia mi forma de pensar, solo tanteo que lo que hago es una locura, y que quizá debería vivir las cosas con menos vehemencia, pero al ser lo que quiero vuelvo al mismo punto.
Eso pienso yo, mis jornadas de reflexión política, por poner un ejemplo, solo son un mero trámite hacia la espera a depositar un voto en una urna; mis reflexiones futbolísticas, solo se basan en porque lo doy todo por un juego; quiero decir, no cambia mi forma de pensar, solo tanteo que lo que hago es una locura, y que quizá debería vivir las cosas con menos vehemencia, pero al ser lo que quiero vuelvo al mismo punto.
Así somos los fuertes y débiles de espíritu, vivimos poco
por la auto reflexión y nos guiamos por nuestra mente y alma, si estas piensan
o sienten algo, ya está decidido. Y está
claro que nos podemos equivocar, pero como dijo alguien, sin caerte no
aprendes, o más bien, para llegar poder ser feliz hay que sufrir un poco.
Cada vez más convencido que la vida acompañada de dudas es
la mejor, la monotonía me aburre, y yo seré lo que ustedes quieran, menos un
aburrido.
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