Y es que aun teniendo un caluroso verano pegando los últimos coletazos (el veranillo del membrillo, según mi abuela), uno mira a los escaparates y le entran unas ganas tremendas de que las hojas de los arboles empiecen a caer al suelo, y que el comentario más común en el ascensor sea: “pues ya empieza a hacer frio eh!”.
Creo que el otoño ya no empieza cuando el presentador del tiempo comenta que entra dicha estación, si no cuando nuestra tienda favorita expone esas maravillosas colecciones otoño-invierno, que para los amantes de lo que se lleva esta temporada, hace que su mente deje de pensar en los bikinis y chiringuitos, y empiece a darle vueltas a qué bonito es estar sentado en una plaza (si es amante de la ciudad), bebiendo una copa de vino y en buena compañía (sobre todo si es vestido con esa preciosa chaqueta de pana y pañuelo al cuello).
La autentica ruina surge cuando la tienda que te viste habitualmente esta justo debajo de tu trabajo, es cuando día a día, vistazo a vistazo, hace que tu mente te pida a gritos ponerte ese jersey gris de con rombitos tan bonito que lleva el maniquí, y cuando evidentemente tu cuerpo te amenaza con que como te lo pongas va a empezar a sudar como un pollo.
Lo reconozco, mi estado moral depende mucho de la ropa que lleve puesta, será que estoy harto de playa, pero cuando hoy he abierto el cajón de los chalecos me han entrando unas ganas terribles de que en el exterior hiciera una temperatura que rondara a los 10º y tener la excusa perfecta para que mi cuerpo vaya con mi mente y vestir otra vez de “otoñales maneras”, y es que las “otoñales maneras” en Sevilla, quieren decir que cada viernes a las 14.00, yo y mi vespa estaremos en la Plaza del Salvador con el nuevo modelito adquirido en las mejores tiendas.
Señoritas y señores, para mí y para los escaparates se aproxima el otoño, así que aunque todavía las altas temperaturas aun nos azoten, hay algo para lo que nunca hace calor o frio, la vuelta de los viernes post-curro al sol y con salmuera…. A partir de mañana, nos vemos por los bares!
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