Cuando todo va bien tenemos que aprovechar y recordar que no
siempre fue así.
Ahora mismo doy gracias por mi estado mental y anímico, me
levanto por las mañanas, sonrío, me dirijo al trabajo con buen espíritu,
aprecio a mis compañeros, mis jefes me respetan, tengo una buena mujer, y a una
gran familia, hasta miembros nuevos en ella.
No siempre es así, no siempre todos nos sentimos así, aunque
ahora mismo seamos felices. Hace poco más de un año lo veía todo oscuro, no me
gustaba mi trabajo, y creía que necesitaba un cambio radical en mi vida,
siempre desesperado por lo que pudo ser y no fue, por haber realizado tareas en
mi vida que quedaron en el tintero y buscar nuevas experiencias.
“Carpe diem”, no quiere decir que vivas al límite, si no que
disfrutes cuando todo va bien, porque después de la tormenta siempre llega la
calma, pero está claro que el mar en calma dura más bien poco.
No lo olvides si eres feliz, trata bien a tu familia, dale
de comer bien a tu gente y ofrece cada día una sonrisa a los que te rodean,
quien sabe, puede que ellos lo necesiten; y siendo un poco egoísta dásela a
cambio de otra suya cuando la necesites tu.
No hay comentarios:
Publicar un comentario