martes, 11 de octubre de 2011

Globalmente conectados


Vivimos la revolución de las telecomunicaciones, no día a día, porque parece ser que esto avanza más que por meses, por minutos. Hace pocas horas un determinado aparato electrónico que supuestamente sirve para hablar sufrió un colapso en una de sus funciones “segundarias”, y el mundo pareció paralizarse.

He sufrido en mis carnes, como la mayoría, esas escasas horas en las que no dispones de acceso a la red de redes y parece que tu mundo se paraliza, no sabes dónde meterte, y sientes esa angustia de que el aparatito vuelva a funcionar. Sí, yo estoy enganchado a mi BlackBerry y a alguna red social, y la verdad empiezo a parecerme patético a mi mismo en este aspecto.

En mi tierna infancia (hablo de mis 10-14 años), era impensable para mi tener un teléfono móvil, o bien chatear cada noche con personas con las que apenas tengo contacto; hoy en día cada persona del mundo esta comunicado mediante su Smartphone (que palabra más pija), con todos sus contactos, incluso con gente la cual solo tiene su teléfono, y no ha hablado cara a cara con él/ella más de 5 minutos.

Esto, unido a las redes sociales, hace que en las “reuniones sociales”, la gente no haga lo que se supone ha ido a hacer, “socializar”, valga la redundancia. Ahora se lleva más el estilo, “ei, que tal, ¿tienes facebook?”, y a partir de estar amparado bajo un teclado y pantalla decir lo que realmente se quiere expresar; antes quizás solo tenias la oportunidad de ese único encuentro, y o quemabas las naves, o no habría oportunidad de charlar sobre la vida mediante tu notebook o ipad.

Me pregunto, ¿se está realmente fuera de la sociedad si no eres participe en una “red social”, o posees un dispositivo móvil para chatear continuamente?, o realmente estamos todos fuera y son grandes los que van a las reuniones sociales para “socializar”, y no para hacer fotos que subir a su red favorita.

Dedicado a los que aun resisten a dar sus datos, imagen y estados de ánimos a todo aquel que se enchufe a la red, y que posiblemente nunca leerán esta entrada de este blog publicitado mayormente en mis redes sociales.

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